Comparar el espacio que ocupa el transporte diario, respecto al mismo espacio construido es una de las incógnitas que plantea el costo urbano.
En los supermercados es extraordinario que haya, aparentemente una cantidad de espacio por unidad de superficie superior al tamaño del supermercado.
Un edificio allí mismo, ¿no tendría mejor resultado económico que esos espacios para autos?
Hace poco, un estudio del BID, indicó lo obvio, que el precio de los estacionamientos de supermercados o negocios que proveen esos servicios a sus clientes, se traslada a los costos del producto, ya sea que el cliente use el estacionamiento o no.
El estudio además detecta otros indicadores más interesantes que ese, ofrece ciertas cifras significativas entre la relación entre el espacio ocupado por cada estacionamiento y el costo del metro construido.
Claro que ese valor depende la zona geográfica, del nivel de vida, pero más o menos, discriminado por países se puede tomar con una referencia, aproximada.
El estudio hace una desagregación de ciudades latinoamericanas, se interpreta que los hábitos de consumo y uso de automóviles es diferente al Europeo, donde el espacio es estrecho, o de Estados Unidos, donde el espacio es mucho más caro, pero el costo del automóvil en relación al costo construido es muy diferente.
Se indica que en con Buenos Aires a la cabeza, seguida de Bogotá y Medellín, son las ciudades cuyo costo de estacionamiento es tan elevado, que el resultado es estimular el uso del transporte urbano.
Comparando nuestro país con el vasto México, donde las distancias son enormes, en ésta última hay mucho más espacio delegado para el estacionamiento que en la mayoría del resto de los países de Latinoamérica.
Esto implica que en México, el costo de vehículos es menor, y ello implica mayor uso de estacionamientos para autos.
En cada país, esta tendencia mueve la economía de las cosas más simples como los alimentos, textiles, o cualquier producto que se encuentre en establecimientos que requieren de espacio para estacionamiento.
Se supone que a los grandes establecimientos el espacio para estacionamiento los beneficia si pueden usar predios en altura, sin embargo es común ver que hay más estacionamientos horizontales que verticales, en algún punto, el precio por elevar los vehículos hace que los productos sean más caros en este tipo de estacionamiento.
Entonces, dónde le costará más barato un producto, será en aquel en el que el estacionamiento está en el nivel bajo.
No hay muchas más soluciones para el creciente mercado automotor, que a pesar de las políticas de incentivos, presenta problemas en otros aspectos. En las ciudades cada vez es más escaso y menos económico.
La comodidad del traslado en vehículo propio en una ciudad de la Buenos Aires, sobre todo en la capital, es inferior a la del uso del transporte público, no sólo por sus costos, sino por otro factor que intimida a los propietarios de vehículos, el tiempo en atravesar la ciudad es cada vez mayor, mientras que hay soluciones que la ciudad intenta implementar que aunque no es más cómodo, soluciona el tema del tiempo de traslado.
Estas situaciones afectan la morfología de la urbanización de la ciudad, además de plantear interrogantes sobre aspectos negativos como la polución.